El boca a boca sigue siendo una de las principales fuentes para atraer clientes al taller. Por encima de campañas de marketing o promociones, si un cliente se va especialmente satisfecho de nuestras instalaciones, hay muchas posibilidades de que, si algún amigo o familiar le pregunta por un taller, nos recomiende. Pero, ¿Cuáles son los principales motivos por los que un automovilista recomienda un taller a otra persona?
Un estudio en España del proveedor de lubricantes Castrol ha querido arroja luz sobre esta cuestión, asegurando que el factor calidad-precio sigue siendo el principal motivo para que los automovilistas recomienden un taller. En concreto, el 32% de los encuestados en el estudio se decantan por esta opción, un factor de recomendación que tiene una consideración aún más alta que el hecho de que el centro ofrezca “explicaciones con todo detalle y cara a cara del trabajo realizado” (citado por el 30%) y que el taller haya “resuelto los problemas que existían en el vehículo” (28%).
Otra de las conclusiones del estudio aborda la preocupación sobre los gastos de mantenimiento y la necesidad de que los talleres expliquen el trabajo que van a realizar. No en vano, el 28% de los conductores españoles encuestados afirma que recomendaría un taller que “explique y pida el consentimiento para cualquier trabajo que se requiera, antes de que llevarlo a cabo”.
Adicionalmente, los talleres que ofrecen una experiencia positiva al cliente también son más recomendados por éstos. Así, el 26% de los encuestados recomendaría un taller que “explique con todo detalle los costes del trabajo realizado cuando recojo el vehículo”, mientras que el 22% recomendaría un taller que cuente con “personal amable”.
La encuesta también ha identificado cuáles son los factores que tienen el menor impacto en la probabilidad de que los automovilistas recomienden un taller. Entre ellos destaca el 2% de conductores que recomendaría un taller si ofrece WiFi gratuito en sus instalaciones, mientras que el 5% lo haría si ofreciera bebidas frías y calientes.
En definitiva, los talleres preocupados por la posibilidad de ofrecer una zona de espera cómoda y limpia pueden estar tranquilos, porque solo el 6% de los clientes recomendaría un taller por el hecho de que estén disponibles instalaciones de estas características, algo que está lejos de las prioridades de los conductores, que parecen tener claro que un taller no es un comercio en el que la limpieza, comodidad o facilidades durante la espera sean prioridad, sino que prima la eficacia, profesionalidad, calidad-precio y comunicación por los servicios realizados.
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