La contratación de seguros que ofrezcan todas las coberturas necesarias para el desempeño de la actividad en un taller de reparación es de vital importancia. Los propietarios y gestores de estos negocios deben darle prioridad y dejarse asesorar por expertos que elaboren un plan personalizado en función de las reparaciones que realice cada centro en particular.
Pese a que los talleres ponen en marcha los más estrictos protocolos de seguridad, lo cierto es que en las instalaciones de estas empresas se encuentran herramientas y maquinarias que pueden aumentar los riesgos de sufrir un accidente laboral o de que ocurra un incidente en el interior de los locales.
A este tipo de riesgos, cabe añadir la posibilidad de que se produzcas robos, golpes entre vehículos en el interior, daños eléctricos, incendios, etc. que puedan provocar daños en los vehículos de los clientes. De ahí que elegir un taller de confianza, como recomendamos en Road House, también sea importante por este motivo.
¿Cuáles son entonces las coberturas necesarias para asegurar un taller mecánico?
- Seguro de Responsabilidad Civil para talleres: este tipo de pólizas cubren los daños provocados a terceros en los vehículos que se encuentran dentro del taller. Además, también se hace cargo de los datos personales o materiales ocasionados por los trabajadores y que no son cubiertos por el seguro obligatorio del coche al realizar pruebas durante la reparación.
- Seguro de Responsabilidad Civil por contaminación ambiental: válido en el caso de que la actividad del taller derive en el vertido de sustancias nocivas en aguas o en terrenos colindantes.
- Seguro de Responsabilidad Civil post trabajos: ofrece garantías si se producen reclamaciones tras realizarse una reparación de forma errónea.
- Seguro de Responsabilidad Civil patronal: esta póliza cubre las indemnizaciones a trabajadores que han sufrido algún accidente laboral.
- Cobertura por los daños eléctricos en las máquinas: en los talleres de reparación el uso de herramientas y máquinas es muy frecuente, y la mayoría requiere de una instalación eléctrica. En caso de producirse una subida de tensión o un cortocircuito, los aparatos del centro pueden averiarse, por lo que es esencial un seguro de este tipo para cubrir los desperfectos ocasionados.
- Pérdidas por derrames accidentales: lubricantes, aceites, combustibles… los talleres trabajan con este tipo de sustancias que pueden derramarse de forma accidental tras daños en el depósito o en las instalaciones.
- Seguro para averías de herramientas y riesgos informáticos: contratar un seguro que pueda hacerse cargo de la reparación de maquinarias que sufren averías por su uso diario es también muy recomendable. Además, teniendo en cuenta el avance de la digitalización en los talleres, estos centros deben contar también con una protección de sus sistemas informáticos, de forma que los datos y sistemas queden custodiados.
- Cobertura en caso de defensa jurídica del taller: válido si el taller requiere de la colaboración, ya sea puntual o habitual, de otras empresas y proveedores, evitando que sus productos o servicios puedan perjudicar la calidad del trabajo del centro de reparación.
Comentarios
No hay comentarios