Hay muchos retos que se plantean en el corto y en el medio plazo para los talleres de reparación en España. La digitalización es quizá el más cercano en el tiempo y a largo plazo el coche autónomo. Pero, a pocos años vista se antoja fundamental adaptarse a las nuevas propulsiones, toda vez que los coches de combustión comiencen su declive. Hablamos, claro está, de los coches eléctricos, sin olvidarnos de que ya hay una mecánica que combina ambas fórmulas y que ya deja un buen número de operaciones en los centros de reparación, como es la mecánica híbrida.
Las principales asociaciones que trabajan en favor de los talleres españoles suelen convocar periódicamente cursos de prevención de riesgos laborales destinados a los profesionales del sector y empresarios, con el objetivo de formar a las pequeñas y medianas empresas en los principales factores de riesgo en los talleres. No en vano, se trata de un sector en el que el peligro de sufrir accidentes laborales es alto, puesto que los mecánicos trabajan con herramientas y maquinarias muy diversas, así como productos que, en mucho casos, pueden tener perjuicios para la salud en el caso de emplearse incorrectamente.
¿Cuáles son los principales riesgos laborales de los talleres de reparación?
Hay muchos, pero los más habituales están directamente relacionados con:
- Las instalaciones eléctricas.
- Los equipos elevadores de vehículos.
- Las caídas por trabajos en los fosos.
- La exposición a determinados productos químicos, algo que afecta especialmente a los operarios de talleres de chapa y pintura.
- También hay riesgos de incendios o explosiones de determinados componentes como, por ejemplo, de neumáticos de camiones, cuya peligrosidad es evidente.
Pero estos peligros para los profesionales del taller no son los únicos. Porque hay factores como la falta de organización y de limpieza, cuyo control sí depende de su eficacia y profesionalidad en el día a día, que también pueden entrañar riesgos laborales. Por no hablar de actuaciones más específicas como cortes con herramientas, atrapamiento entre distintos vehículos o entre vehículos y maquinaria, daños en los ojos como consecuencia de actividades de soldadura o pintura, así como malas posturas o sobreesfuerzos, todos ellos que pueden suponer también problemas de salud para los operarios de los centros de reparación.
Para evitar todos estos peligros y reducir el número de accidentes laborales en los centros de reparación, Unión de Mutuas ha creado una guía con recomendaciones de seguridad y salud para los profesionales del taller. Así, por ejemplo, el manual aconseja a todos los mecánicos que trabajen siempre con el motor del automóvil parado, con el objetivo de evitar problemas como pueden ser quemaduras, así como utilizar mascarillas para el polvo o productos químicos, pantallas de protección de cara y ojos, guantes o calzado de seguridad.
Para aquellos mecánicos que tengan que trabajar habitualmente en fosos recomienda el uso de arnés anticaída, así como mantener limpio de grasa y aceite tanto el interior como las escaleras de acceso.
A modo general, otras dos advertencias que incluye el manual son disponer de sistemas de evacuación de gases de escape y emplear protección auditiva, ante los ruidos a los que están expuestos los profesionales del sector.
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