Cualquier oficio tiene cierto riesgo de lesiones. Sea cual sea. Aunque hay entornos laborales más propicios a según qué lesiones y trastornos físicos. El trabajo en el taller no es una excepción, un contexto laboral en el que las diversas tareas del día a día requieren realizar posturas y movimientos que pueden provocar multitud de trastornos relacionados con las articulaciones del cuerpo.
Los principales trastornos musculoesqueléticos asociados a los trabajos de reparación y mantenimiento de vehículos son:
Tendinitis del manguito de rotadores
Situado en la articulación del hombro donde se unen los tendones procedentes de cuatro músculos diferentes, la tendinitis se da cuando se inflaman estos tendones. Se produce al trabajar con los codos elevados por encima de los hombros, manipular manualmente las cargas por encima de los mismos o la elevación continuada de los brazos, son algunos de los factores de riesgo.
Síndrome cervical por tensión
esta lesión está producida por una contractura muscular que afecta al trapecio y al músculo elevador de la escápula. Se conoce también con el nombre de cervicalgia. Es frecuente al realizar trabajos por encima del nivel de la cabeza, repetida o sostenidamente, los cuales obligan a extender el cuello; la altura del plano de trabajo demasiado baja o mantener el cuello doblado hacia delante, son algunos de los factores de riesgo.
Lumbalgia aguda o crónica
Afecta a los músculos ubicados en la parte baja de la espalda, específicamente de la zona lumbar. Puede ser aguda o crónica. Esta última se da cuando el dolor persiste durante tres meses o más.
Bursistis de rodilla
La bursa, también denominada bolsa serosa, es una estructura que sirve para lubricar las articulaciones y facilitar el movimiento de los tendones y ligamentos que conforman la rodilla, gracias al líquido sinovial que contiene en su interior. Cuando la bursa se inflama, aumenta la producción de líquido sinovial y, en consecuencia, la cara anterior de la rodilla se inflama. Trabajar de rodillas o cuclillas durante el desarrollo de tareas y realizar flexiones a través de posturas de trabajo son algunos de los factores de riesgo más comunes.
Síndrome del túnel carpiano
Ubicado en la cara anterior de la muñeca. El síndrome se origina por la compresión del nervio mediano. Se produce cuando se realizan malos agarres, exceso de presión con las manos o movimientos repetitivos de la muñeca.
Epicondilitis o “codo de tenista”
Se localiza en el epicóndilo, región en la cual se produce la intersección de los tendones de los músculos de la cara externa del codo. En las fases iniciales suele corresponder a una lesión de tipo inflamatorio, que puede evolucionar hacia un desgarro muscular en estadios más avanzados. Se produce al mantener, de manera prolongada, posturas forzadas de las extremidades superiores que impliquen la extensión de las muñecas o al efectuar movimientos de impacto o sacudidas con los brazos.
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