No por evidente, hay que dejar de incidir en ello. Cada generación es diferente y hay que entenderla como tal. Ocurre con los clientes que acuden al taller, pero también de puertas para dentro, en el propio equipo. Y es que, en talleres de tamaño mediano y grande, y en menor medida en los de 2-3 empleados, puede ocurrir que cada mecánico o profesional sea de una generación diferente. De ahí que sea importante, no solo saber cuáles son sus intereses, preocupaciones o puntos fuertes, sino también qué valoran más para seguir motivándoles y retenerlos en tu equipo, siendo esto especialmente útil en el caso de los más jóvenes, mucho más habituados a cambios de trabajo.
Generación Z
En el caso de los nacidos desde 1997 en adelante, con poco más de 20 años y que se les conoce como generación Z, son conocedores de la tecnología, flexibles y con capacidad de adaptación y les gusta compartir sus conocimientos. De llegar esta generación al taller, por ejemplo, es posible que no tengan las habilidades formales de las generaciones anteriores, pero pueden capacitados para enseñar a sus compañeros de mayor edad a aprender a usar nuevas herramientas sobre la marcha, como lo han hecho ellos toda su vida.
Millennials
En cuanto a los millennials, nacidos entre 1981 y 1996, también son conocedores de la tecnología, aprecian el trabajo flexible y se preocupan por realizar una contribución positiva. Es muy importante que su trabajo les parezca interesante, porque de lo contrario, al no estar atados a una hipoteca o gran préstamo, es probable que no permanezcan en un trabajo que no les gusta, que no los hace felices o que está en conflicto con sus valores básicos. No obstante, pueden ser trabajadores extremadamente leales, pero ven la lealtad como algo recíproco que exige ciertas cosas tanto a los empleadores como a los empleados.
Generación X
Más habitual es que en el taller haya miembros de la generación X, nacidos entre 1965 y 1980, que valoran la independencia, pueden resolver problemas con facilidad, y se centran en los resultados y no en el proceso. Tienden a ser independientes y emprendedores, no les gusta ser dirigidos hasta el último detalle y cuestionan tener que hacer las cosas siguiendo un proceso tradicional si existe otra manera de lograr un objetivo que es más rápida, más fácil o más barata. Por último, en cuanto a horas extras, no creen en esa estrategia, por lo que trabajan las horas necesarias y después se van a casa, ya que lo que más valoran es tener el tiempo para hacer lo que quieren.
Como se puede apreciar, hay notables diferencias en la forma en que cada una de las generaciones perciben el trabajo, la gerencia (o ser dirigidos por otros) y la realización de sus tareas, por lo que todo ello influye en cómo perciben e interactúan con otros miembros del equipo del taller. Comprender lo que motiva a las diferentes generaciones del equipo permite, tanto a mandos intermedios como a gerentes, ofrecerles el tipo de entorno, recompensas y apoyo que permita mantener a los mejores.
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