El gran número de talleres existentes en España hace que la competencia entre ellos sea intensa. De los oficiales, a los integrados en red, pasando por los exclusivamente independientes, el conductor tiene a su alcance un gran número de establecimientos de reparación a los que poder llevar su vehículo para llevar a cabo operaciones de reparación o mantenimiento.
Así las cosas, diferenciarse pasa por realizar continuas mejoras en diversas áreas del negocio, con el fin de no quedarse atrás, teniendo en cuenta que sistemáticamente el taller falla en determinados aspectos de su día a día. De ahí que, si la mayoría suspenden en esos temas, ponerle solución sea una forma de diferenciarse, al margen de mejorar la productividad y rentabilidad del negocio.
Principales fallos de los talleres multimarca
- No realizar un seguimiento de sus relaciones con los clientes y desconocer los motivos por los que un conductor visita su taller.
- No conocer la segmentación de su público y no tener una idea clara del tipo de cliente que visita el taller.
- No tener una política de precios establecida, de forma que pueden cobrar menos de los estándares establecidos en los precios de mercado, generando pérdidas o no sacando el máximo rendimiento de sus transacciones.
- Desconocer los productos o servicios que les generan mayor volumen de facturación, con el objetivo de potenciarlos.
- No disponer de una estrategia de compra ni una persona asignada para ello.
- No hacer controles o registros de fichas a proveedores, cuyo objetivo es determinar qué proveedor es más adecuado y rentable en cada momento según sus condiciones comerciales.
- Carecer de un protocolo de atención a los asesores comerciales, de forma que se pierde tiempo y dinero al tener que parar de trabajar para atenderlos.
- Indefinición de los mapas de procesos, de forma que si el gerente falta, como no hay un protocolo de actuación, las tareas pueden realizarse de manera deficiente.
- Falta de protocolo de atención al cliente o de cuestiones relacionadas con la posventa
- Carencia de check-in final de herramientas que determine dónde debe colocarse al finalizar su uso, ni chek-in de la reparación, lo que puede afectar a la seguridad porque nada garantiza que algún elemento perteneciente al vehículo se haya quedado fuera.
- El taller no tiene un briefing (instrucciones) diario o semanal.
Analizar los procesos y carencias mencionadas anteriormente permitiría, no solo aumentar la productividad, sino diferenciarse de los talleres que sigan teniendo estos errores. Y para lograrlo, se pueden llevar a cabo encuestas de satisfacción con los clientes, para que estos compartan su punto de vista y aprovechar ese retorno informativo para brindar un mejor servicio, además de reforzar la formación de los trabajadores en todas las áreas.
En definitiva, con una pequeña inversión en tiempo se puede conseguir una clara mejora de los procesos y la rentabilidad del negocio, además de fidelizar antiguos clientes y atraer a nuevos conductores que acaben considerando nuestro taller como su “taller de confianza” para el futuro.
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