Cómo calcular el precio por hora y el presupuesto de una reparación

La gran competencia existente en el sector de la posventa y de los talleres de reparación obliga, en no pocos casos, a bajar el precio de la mano de obra. Una circunstancia que influye decisivamente en la cuenta de resultados mensual y que, si no se lleva a cabo con ciertos límites, puede acabar con el cierre del centro. Tener siempre precios competitivos, pero al mismo tiempo dejar márgenes de beneficio, resulta clave en el día a día del taller. Porque tan importante es tener clientela fiel y satisfecha, como asegurarse que el taller funciona correctamente.

Desde Road House queremos ofrecer en esta ocasión una serie de pautas para calcular, tanto el precio por hora de una reparación, como el presupuesto total de la misma. Un presupuesto de obligada entrega al cliente que solo se lo dará un taller de confianza y no los múltiples talleres ilegales que están proliferando a lo largo y ancho de la geografía española por la crisis sanitaria y económica provocada por el coronavirus.

Guía para calcular el precio/hora

Para poder realizar un cálculo adecuado de estos parámetros, lo primero es disponer de herramientas y conocimientos adecuados. Así, para calcular la relación coste/hora de un presupuesto en el taller, la regla general dice que hay que dividir todos los gastos que tenga el taller (empleados en plantilla, adquisición de piezas y recambios, maquinaria y su mantenimiento, marketing, alquiler, etc.) entre el número de horas operativas. La fórmula a aplicar es la siguiente: costes/hora = costes totales/número de horas de trabajo.

Como cualquier otra empresa de reparación, sea cual sea su especialidad, la mano de obra se calcula por hora de trabajo. Pero dentro de cada taller, las labores que realizan sus profesionales en esa hora de trabajo dependen de factores como el tipo de taller, los vehículos que se reparan o las marcas con las que trabajan. Los precios medios en España se sitúan en torno a 40 euros por hora, que pueden ir desde los 25 o 30 euros de los talleres multimarca a los 80-90 que pueden cobrar talleres oficiales de marcas de vehículos de alta gama.

En cualquiera de los casos, el taller debe disponer en todo momento de una lista de tarifas estipulada y accesible al cliente. Lo ideal es un cartel a la vista en la zona de recepción, para que los clientes puedan consultarlo en cualquier momento y comprobar, llegado el caso, su presupuesto con dicha tabla. Eso sí, a la mano de obra hay que sumarle, por supuesto, el coste de los recambios y repuestos para la reparación.

La gran competencia existente en el sector de la posventa y de los talleres de reparación obliga, en no pocos casos, a bajar el precio de la mano de obra.

El cliente tiene la potestad de elegir qué recambio quiere. Puede ser de segunda mano, siempre y cuando esté de acuerdo, aunque por norma debe ser nuevo. Y también hay que tener en cuenta los posibles sobrecostes como entregas urgentes que no se aplicaría en el caso de que el taller no cumpla con los plazos acordados. Además, el taller puede cobrar un sobrecoste si el cliente no recoge su vehículo el día indicado, puesto que está ocupando un espacio útil y causa perjuicio al taller.

Por último, los descuentos y promociones pueden ser incentivos a valorar, pero no pueden significar un abaratamiento sin sentido y automático de los servicios, porque pondría en riesgo la viabilidad de la empresa. En definitiva, si al realizar el cálculo del coste/hora es mayor el coste/hora real, el margen de beneficio será menor; si es similar, los costes y precios se pueden mantener; y si es menor, el margen de beneficio será mayor.