El número de vehículos eléctricos que llega a los talleres en España es todavía muy reducido. Sin embargo, no conviene descuidar su información y conocimiento por parte de los profesionales, que, tarde o temprano, tendrán que hacer frente a sus reparaciones y mantenimientos. De hecho, las dudas en esta área se encuentran entre los principales motivos que frenan el despliegue del coche eléctrico, ya que el 44% de los conductores rechaza su compra por considerar que necesitará más mantenimiento que un coche dotado de motor de combustión, ya sea gasolina o diésel, según GIPA.
Desde Norauto han querido desmentir las diez principales falsas creencias sobre eléctricos:
- Es falso que tengan que realizar más revisiones que los de combustión. En principio, se tienen que realizar las mismas revisiones que un vehículo térmico, aunque su frecuencia va a depender de la marca, los kilómetros recorridos y el tiempo desde su matriculación.
- Es falso que no necesiten de una puesta a punto. Es diferente, pero esto no quiere decir que no sea necesaria. A la revisión habitual se suman componentes como el refrigerante del motor eléctrico y la batería, cable de carga, así como los cables y fundas de los cables de alta tensión. También se mira el pack de baterías (si es accesible), el estado del conector de carga y se realiza un diagnóstico electrónico del pack de batería.
- Es falso que el mantenimiento de un coche eléctrico sea más caro. Al contrario, porque carece de elementos que sí se cambian o revisan en un coche con motor térmico, como aceite de motor, filtros, correas o bujías.
- Es falso que los automóviles eléctricos se averíen más que los coches diésel o gasolina. No hay motivo para tal afirmación y, según diversos estudios, de hecho, la parte eléctrica sufre menos problemas.
- Es verdadero que los neumáticos tengan un mayor desgaste en los vehículos eléctricos, porque los automóviles son más pesados y el par de aceleración mayor.
- Es falso que los talleres no estén preparados para el mantenimiento y reparación de este tipo de vehículos. No todos los talleres lo están, pero cada vez más redes apuestan por formación en este segmento.
- Es cierto que la avería más frecuente y costosa de los coches eléctricos es la batería. Los fabricantes suelen ofrecer una garantía de aproximadamente ocho años o 160.000 kilómetros. Con el paso de los años, sus componentes se van deteriorando y su capacidad de almacenamiento va disminuyendo.
- Es cierto que los vehículos eléctricos se ven más afectados por las altas y bajas temperaturas.
- Es cierto que el coche puede estropearse con anterioridad si se descarga por completo. Se puede dañar su capacidad y acelerar su deterioro. Si esto ocurre en multitud de ocasiones, se irá perdiendo autonomía y se reducirá su vida útil.
- Es falso que la ITV de los coches eléctricos sea menos exigente. Es igual, prestando atención especial a determinados componentes exclusivos de este tipo de vehículos.
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