El año 2021 se presenta incierto para los talleres. En realidad, para cualquier pequeña y mediana empresa española, entre las que se encuentran la mayoría de talleres en nuestro país, que se encuentran con un contexto de caída de los niveles de movilidad por los confinamientos, lo que se traduce en menor kilometraje anual y, por ende, menores entradas al taller, que se suma a la falta de rentabilidad y liquidez. Y, aunque los talleres de reparación de vehículos siguen mostrando una gran resistencia y adaptación a las adversidades, se antoja fundamental que adopten nuestras estrategias empresariales y de gestión para sobrevivir a un 2021 que, en todo caso, no se prevé peor de lo que fue 2020.
¿Cuáles son esos retos que tendrán los talleres este año?
En primer lugar, la transformación digital. Ese concepto del que lleva hablándose tantos años y que, ante la necesidad de reducir los contactos en el taller y las relaciones con los clientes por culpa de la pandemia, se debe priorizar en el día a día. Desde Road House llevamos muchos meses instando a los talleres a reforzar los canales digitales, no solo por ser un acto imprescindible ahora para su supervivencia, sino porque da esa imagen de taller de confianza que siempre se busca. Así, en el caso específico de los talleres, esa transformación digital debe incluir tanto la gestión como la forma de relacionarse con los clientes en el día a día.
El segundo de los grandes retos será la fidelización de los clientes, un objetivo que siempre hay que tener presente en el sector, pero que con la pandemia supone un desafío. Hay que tener en cuenta que los clientes se han vuelto más desconfiados y críticos, por lo que seguir ganándose su confianza, en un contexto de reducción de demanda de trabajo pero misma oferta, hace que la competencia sea aún mayor que otros años.
La sostenibilidad medioambiental y los esfuerzos de los talleres para cumplir en este objetivo pasa por ser el tercer gran reto para los reparadores. La actividad diaria de los talleres puede repercutir negativamente en el medio ambiente de no reciclar correctamente las baterías, retirar los neumáticos usados o emplear correctamente los productos químicos utilizados para los mantenimientos. Una sensibilidad que, además, incluye una serie de estrictas normativas que los talleres han de cumplir, hasta el punto de que cada vez es más habitual el empleo de términos como ecofriendly, eficiencia energética o reciclaje.
Por último, la prevención en riesgos laborales supone un reto aún mayor en tiempos de pandemia, tanto para clientes como para empleados, para evitar contagios que pongan en riesgo la salud. Fortalecer los protocolos de prevención antiCovid, al margen de los ya habituales otros años, se antoja fundamental, aunque ello suponga una importante inversión en equipos de protección, geles desinfectantes, mascarillas o mamparas.
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