Fidelizar a los clientes del taller es siempre un objetivo de todo los talleres, pero aún más en tiempos de coronavirus, donde la cuota de mercado se reduce y hay menos trabajo a repartir entre los centros de reparación. Con el menor uso del automóvil, se reducen las entradas al taller y la facturación. Así que resulta fundamental que el cliente tenga confianza en los profesionales del establecimiento en todos los ámbitos, no solo en la seguridad o en los protocolos de desinfección, imprescindibles hoy día. Solo gracias a esa confianza, que solo dan los talleres de confianza que recomendamos en Road House, se pueden obtener resultados óptimos y cumplir al 100% con las exigencias y necesidades de los clientes.
Por ello, desde este espacio de Road House queremos dar cuatro consejos para generar confianza en el cliente del taller en tiempos de coronavirus:
1. Conexión personal: como en cualquier otro negocio, el primer contacto con el cliente puede marcar la diferencia entre perder una operación o tener un usuario para toda la visa. Así, el profesional del taller debe ofrecer una buena imagen y presentación (sin perder de vista que se trata de un centro de reparación), con el objetivo de favorecer esa conexión personal con los clientes. Tener empatía, saber ponerse en la situación de los clientes y tener sensibilidad son importantes, al igual que mostrar seguridad en uno mismo, encontrar puntos en común y hablar con fuerza y energía. Todo ello en conjunto favorecerá a que los clientes tengan mayor confianza en el taller y en sus profesionales.
2. Credibilidad: el profesional del taller debe entender y comprender lo que necesita el cliente y, por supuesto, solucionar sus problemas. Para ello, debe demostrar tanto su conocimiento técnico como su experiencia. De nada sirve decir de primeras que se va a reparar su avería en el mismo día, si luego se tardan tres. Ser transparente en este sentido, así como en la generación de presupuestos, facturas, documentos y garantías aumenta la credibilidad del negocio. Una credibilidad que, además, se puede ir transmitiendo de boca en boca y aumentar la cartera de clientes a corto y medio plazo.
3. Competencia: el profesional no puede prometer algo que no pueda cumplir. En una reparación pueden entrar muchos factores en juego. Desde la dificultad de la operación a encontrarse con un estado inesperado y peor de lo pensado en las piezas, pasando por la llegada de los recambios, etc. En definitiva, se trata de ser coherente con las palabras y los actos en el día a día.
4. Implicación: el profesional del centro de reparación debe estar comprometido con el éxito de su cliente en el servicio puntual para el que ha venido en esta ocasión, pero también en construir una relación a largo plazo basada en que los usuarios queden satisfechos con la atención recibida y los resultados. Solo así se puede generar confianza y fidelizar a la clientela, un aspecto fundamental en tiempos de pandemia.
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