Las reparaciones de fugas de fluidos y líquidos son muy habituales en los talleres de reparación, teniendo en cuenta la cantidad de sistemas diferentes que tienen los vehículos y sus diferentes funcionamientos. Dejar aparcado el coche y de repente encontrarse un charco de algún líquido bajo el automóvil suele ser indicativo de que algo no funciona como debería. Ahora bien, esos charcos se pueden producir en diferentes zonas, y con fluidos de diferentes colores.
Para ayudar a los profesionales del taller, a continuación repasamos las fugas de fluido más frecuentes y los pasos para identificarlas.
1. Aceite negro o marrón oscuro: estos charcos se producen en la zona delantera, fundamentalmente debajo del motor y se deben a fugas de aceite en algunos de los principales componentes del mismo, como las juntas, los sellos, las tapas de las válvulas o el cárter. Generalmente es un charco negro o marrón oscuro, en función de la antigüedad del motor del vehículo.
2. Charco verde, naranja, azul o rosa: es probablemente la fuga más sencilla de detectar, incluso para quienes no se dediquen profesionalmente a la reparación de vehículos. Esos colores vistosos son característicos en el líquido refrigerante, que además presentan una consistencia más acuosa e incluso olor algo dulce. Ante cualquier indicio de esta fuga, es fundamental acudir al taller de confianza como solemos recomendar desde Road House, ya que puede ser la diferencia entre una reparación sencilla o mucho más costosa si afecta a la bomba de agua o al calentador.
3. Liquido rojo claro o marrón: este es el tono del líquido de la dirección asistida, no cuando es nuevo que es transparente, pero sí cuando ha envejecido. No hay que confundir este tipo de fuga con el líquido de la transmisión, ya que en ocasiones los vehículos comparten sistema. Será el de la dirección asistida cuando la mancha esté en la parte delantera y en el lado izquierdo. Sin embargo, si tiene un olor bastante fuerte y la mancha proviene de la transmisión o de las líneas que van al radiador o al enfriador, será el líquido de la transmisión, siendo una avería de las más costosas.
4. Charco con fluido amarillo o marrón: cuando se produce una fuga en el líquido de frenos, este presenta un característico tono amarillo claro o marrón cuando se descompone, además de ser muy resbaladizo. Si se detecta un charco de este tipo en el suelo, hay que revisar el depósito del líquido de frenos y analizar su nivel, porque de ello depende la seguridad al volante. Y, en el caso de detectarse alguna fuga, no solo hay que reparar la misma, sino revisar el estado del vehículo y confirmar que no se han producido averías más graves.
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