Las falsificaciones en el sector de los repuestos de automoción son, desgraciadamente, una constante. En Europa en general, y en España en particular. Es una de las conclusiones del último informe de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que señala a nuestro país como uno de los principales países afectados por el comercio de falsificaciones peligrosas.
Aunque se trata de un informe que engloba muchas otras áreas, el de la automoción y los recambios constituye buena parte de su información. Bajo el nombre “Falsificaciones peligrosas. El comercio de productos falsificados que entrañan riesgos para la salud, la seguridad y el medio ambiente”, se analizan los datos de incautaciones aduaneras y otros datos policiales para examinar cómo estas falsificaciones peligrosas pueden acabar en manos de los consumidores, en el caso de la automoción, en conductores que, a través de talleres ilegales y clandestinos, acaban por instalar componentes de dudosa calidad, poniendo en riesgo no solo su seguridad, sino también la del resto de conductores.
En el caso de los productos peligrosos destinados a la UE, las ventas a través de internet representan ya un total del 60% de las incautaciones mundiales. Y en el caso de las piezas de repuesto para automóviles, estas suponen el 8% de ese total mundial, solo por detrás de artículos como prendas de ropa (18%), juguetes y juegos (17%), según el mencionado informe. El 55% de estas falsificaciones peligrosas proceden de China (55%) y de Hong Kong (19%), representando casi tres cuartas partes de las incautaciones. Por su parte, el 9% de los productos peligrosos procedían de Turquía.
Alemania (con el 47% de las incautaciones aduaneras mundiales de los productos falsificados más peligrosos destinados a la UE) fue, con diferencia, el principal destino en la UE de estos productos falsificados durante el período comprendido entre 2017 y 2019. Le seguían Bélgica, Dinamarca, Italia, España y Austria.
Desde Road House recomendamos no solo acudir siempre a talleres de confianza que reparen con calidad y con todas las garantías, sino porque también instalarán componentes perfectamente homologados y que cumplen con todas las certificaciones y garantías que exige la ley. De lo contrario, usar falsificaciones y acudir a talleres ilegales constituye un gran problema, porque los productos falsificados y de calidad deficiente pueden poner en peligro la salud y seguridad de los consumidores y, en algunos casos, su vida, como ocurre en el caso de los componentes de automoción.
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