Los talleres de reparación se encuentran, en los últimos meses, con el aumento de costes como uno de los principales retos a afrontar en su día a día. Como cualquier otra empresa, los talleres no son ajenos a las subidas generalizadas de la electricidad o el gas, que, al margen de la subida general del IPC cifrada en el 6,5%, dificultan cada vez más cuadrar las cuentas a final de mes.
Pero, al margen de las subidas comunes que afronta la sociedad en su conjunto, se ven afectados por cuestiones específicas del sector. La primera de ellas es la evolución salarial de los convenios del metal que regulan las nóminas de los profesionales del sector. Durante los últimos meses del año 2021, se renovaron buena parte de los convenios regionales, los cuales han acometido subidas salariales importantes, no solo para el año 2022 o que recuperaban subidas congeladas en años pasados, sino también para los años venideros.
A ello se suma el incremento añadido en las tablas salariales y sus cotizaciones sociales del 6,5% para el ejercicio 2022, con la circunstancia además de que existen indicios incipientes de que se puede volver a producir la necesidad de liquidar atrasos si el IPC no experimenta un reequilibrio muy rápido. Así, el componente salarial en empresas de servicios como son los talleres, es uno de los que tiene mayor peso.
Gastos extra que están teniendo que afrontar los empresarios de la reparación
- Los disolventes vienen acumulando incrementos de precios de alrededor del 30% desde mediados del 2021.
- Igualmente, las pinturas para los talleres especialistas en carrocería han subido más del 5% desde mediados de 2021. En las primeras semanas del año estaban previstas nuevas subidas inmediatas de una media del 7% y, a lo largo del resto del ejercicio, se preveían más alzas de precios.
- Los suministros energéticos de frecuente consumo en el taller, como la energía eléctrica, el gas o los gasóleos para todo tipo de procesos de secado y calefacción, han subido el 72%, 12% y el 29% respectivamente, sin indicios próximos de ajuste a la baja.
- Recambios, piezas y productos plásticos, piezas de todo tipo, gestión de residuos, portes, materiales de limpieza y enmascarado, productos adhesivos y de fijado, servicios externos… un amplio espectro que abarca a casi todos los suministros del taller ha experimentado incrementos de coste que con frecuencia se encuentran en horquillas de entre el 5% y el 10% de incremento, siendo incluso en ocasiones superiores.
En este contexto, se hace cada vez más necesario para el taller ajustar y tratar de contener sus gastos, especialmente en aquellos centros de reparación de tamaño medio-alto, en los que esa lista de costes adicionales puede suponer, no solo un problema de rentabilidad, sino incluso de viabilidad a corto y medio plazo.
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