La visita al taller mecánico suele ser tarea de hombres. Una mayor presencia de mujeres como profesionales de la reparación y un incremento de los conocimientos técnicos de mecánica en las mujeres son dos claves que pueden impulsar un cambio paulatino de tendencia.
El número de conductoras crece cada año en nuestro país. Pese a que su porcentaje sigue siendo menor que el de hombres (con datos de 2013, un 41% de mujeres frente al 59% de hombres, cuando en España el 51% de la población es femenina), las nuevas tendencias en mentalidad y estilo de vida marcan que estos porcentajes se irán igualando paulatinamente.
No obstante, la visita al taller mecánico sigue siendo una tarea habitualmente reservada a los hombres. Las razones de este hecho son culturales, y, tal como está ocurriendo en otros ámbitos, las cosas están empezando a cambiar, pero despacio.
Los talleres de reparación están en líneas generales gestionados por hombres, aunque las mujeres comienzan a hacerse un hueco en este sector. Es el caso de Angélica Iglesias, jefa de taller de Autoanly, en Berja (Almería). Este taller pertenece a Fixcar, red especialista en la reparación de automóviles Renault y Dacia.
Propietarias de vehículos más formadas
Además de por tratarse de entornos mayoritariamente masculinos, una de las razones fundamentales que alejan a la conductora del taller es el temor a no entender en qué consiste la avería por falta de conocimientos técnicos.
En este sentido, una iniciativa interesante que procede de Estados Unidos, son las clases de mecánica para mujeres que está impartiendo un taller en San Antonio (Texas). El establecimiento, llamado Pistons & Pixie Dust, ofrece a las mujeres la oportunidad de aprender in situ los conceptos básicos de reparación y mantenimiento del automóvil y conocer de primera mano las diferentes partes del vehículo.
Tal como explican desde este taller, las clases tienen como objetivo que las mujeres se conviertan en propietarias de vehículos más formadas. Para ello, proporciona a las alumnas las herramientas necesarias, aunque también las anima a que traigan las suyas. Un detalle importante es que estas clases también están impartidas por mujeres.
Tal como afirma Angélica Iglesias, de Autoanly, “en un mundo de hombres hay lugar también para mujeres. Las etiquetas las implantamos nosotros”.
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