La verdad es que gestionar un taller tiene sus momentos gratificantes y otros no tan buenos, incluso cuando las cosas van bien puede aparecer el temido estrés.
Llevar un negocio como este acarrea que constantemente pensemos en cómo estarán de satisfechos los clientes, ¿volverán?, ¿saldrán las cuentas a fin de mes? ¿vienen a trabajar a gusto los empleados? ¿estamos preparados para el futuro? Muchos interrogantes que pueden ejercer una presión que resulte agotadora.
Así que te vamos a dar en el blog Road House km0 unas pautas para manejar ese estrés, sacar los mejor de nosotros, optimizar el servicio al cliente y disfrutar de la vida.
Consejos para mantener la calma y controlar el estrés
A. Ten presente las cosas positivas ya realizadas
No te olvides de todo los bueno que tenemos en el taller. Piensa en positivo, a veces olvidamos las buenas acciones, que no sea así, enuméralas incluso en una pizarra, cuando te lleguen los malos momentos puedes mirarlas y recordar que muchas cosas que solían ser desafíos ahora son logros.
B. Prioriza tus tareas
Te sentirás mejor si ordenas por importancia la carga de trabajo. Una de las causas más comunes del estrés es la sensación de que hay demasiado para hacer, pero no hay que resolver todo a la vez, enfócate en la más importante en cada momento.
C. Anota lo que te preocupa
En vez que tus tareas y la manera de resolver los problemas te asalten durante todas los horas del día también en casa. Anota lo que te preocupa y lo mismo si hubiera la solución. Es una forma de pasar página y de abordarlo en tu tiempo de trabajo. Psicológicamente, has descargado el pensamiento y lo has “superado”.
D. Empieza por la cuestión más fácil
Una vez que tengamos la lista de preocupaciones clasifícalas por orden de dificultad para resolverlas te sorprenderá comprobar que los problemas más importantes pueden ser los más fáciles de solucionar. Por ejemplo, una buena conexión a Internet en el taller resolverá problemas de estrés que seguro os afectan a todos.
E. Descansa de manera regular
Un breve descanso te provocará que las cuestiones las abordes con mayor clarividencia. Muchas veces nos obcecamos con algo y no hay manera de encontrar la solución. Es el momento de descansar, a la vuelta del parón resulta que encontramos la solución. Un breve descanso, incluso de solo 10 minutos, puede ser todo lo que necesites.
F. Piensa en ti, cuídate
Realiza ejercicio y come en condiciones, sobre todo mucha fruta y verdura, además de hidratarte a menudo. Y, por supuesto, dormir lo suficiente. Se dirige mejor un taller de reparación de automóviles cuando te sientes bien y refrescado.
Con el ejercicio se libera ansiedades y estrés. Si te sientes estresado, a veces es mejor hacer ejercicio que relajarse.
G. Identifica lo que te produce estrés
Si sientes que el estrés te domina, busca un momento, reflexiona sobre lo que te pasa, respira profundamente y pregunta qué es lo que te está molestando. No puedes ver tu problema en perspectiva y abordarlo si no sabes lo que es.
H. Habla con alguien
Charlar con tu jefe, compañeros, empleados o familia te impide guardártelos suele ser beneficioso; compartir tus problemas también los puede resolver. Seguro que tu gente te ayuda porque te aprecia.
I. Aumenta la capacitación
Puede ocurrir que un tipo particular de reparación es especialmente estresante o que exista una brecha de habilidades en tu equipo que aumenta la presión sobre ti, considera la posibilidad de mayor capacitación, aunque cueste un dinero, pero, ojo, a la larga puedes ahorrártelo.
J. Promete lo que puedas cumplir
Asegúrate de que el cliente sepa que su vehículo estará listo, por ejemplo, al final del día, no a la hora del almuerzo. Ponte bajo una cantidad razonable de estrés. Tendrás clientes más felices si ‘prometes poco pero entregas muy bien’.
Esperamos que estos consejos sirvan para que gestiones tu taller mecánico con menos estrés porque eso redundará en un excelente servicio al cliente.
Comentarios
No hay comentarios