Poco a poco se va cayendo el mito de que los coches nuevos se averían menos. En lo que al taller se refiere, un vehículo nuevo siempre será más interesante que uno antiguo porque su conductor tenderá a tenerlo mejor cuidado y a gastarse más en su mantenimiento. Sin embargo, a este factor se suma el empeoramiento, por segundo año consecutivo, de la calidad de los nuevos coches. Así lo vuelve a poner de manifiesto el Estudio de Calidad Inicial (ECI) que realiza anualmente la firma J.D. Power. Y aunque está realizado para el mercado norteamericano, muchas de sus marcas se venden también en Europa.
El estudio está basado en las respuestas de 93.380 propietarios de vehículos nuevos que compraron el coche en 2023. Así las cosas, la media de problemas por cada 100 vehículos detectados se ha situado en 192, 12 más que el año pasado y 30 más que en 2021.
Los datos señalan que, entre las marcas más populares, la que tiene más calidad inicial es Dodge, que sólo registró una media de 140 puntos porcentuales, seguido de Ram (el especialista de camionetas “pickup” y furgonetas del grupo Stellantis), con 141, y Buick (la marca de la gama alta de GM), con 162 problemas por cada 100 vehículos. Tres marcas, por cierto, no presentes en el mercado europeo. Por su parte, entre las marcas que el estudio considera de lujo, Alfa Romeo tuvo 143 problemas por cada 100 vehículos, Porsche 167 y Cadillac (la marca de lujo de GM) 170.
Por el contrario, las marcas más problemáticas fueron las eléctricas Polestar con 313 problemas por cada cien vehículos y Tesla con 257, aunque oficialmente no entran en la clasificación de J.D. Power porque no permiten los sondeos a propietarios de coches en aquellos estados en los que es necesaria la autorización de las empresas.
Por modelos y segmentos, los coches con más calidad inicial fueron Kia Rio, Audi 3, Kia Forte, Lexus IS, Mini Cooper, BMW Serie 8, Toyota Camry, Kia Stinger, Chevrolet Camaro, Chevrolet Corvette y Genesis G80.
La pérdida de la calidad de los nuevos vehículos es algo sin precedente en el sector, tras décadas de continuas mejoras de la media. ¿A qué se debe? Según los expertos de esta consultora, los nuevos coches son cada vez más complejos, “con tecnologías nuevas y apasionantes”, aunque esta mayor complejidad y tecnología “no siempre satisface a los clientes”.
De hecho, el estudio de J.D. Power revela que el mayor incremento en el número de problemas se concentra en la categoría de pantallas, controles y funciones. El aumento de los problemas de los sistemas de “infoentretenimiento” fue el segundo con una subida de 2,3 puntos.
Por ejemplo, se constata que cada vez es más difícil abrir las puertas de los coches porque los fabricantes insisten en volver a diseñar un equipamiento que ha sido uno de los aspectos de los vehículos menos cuestionados. Pero la adopción de tecnologías punta en el diseño de las manillas ha convertido la apertura de las puertas en un creciente problema. Y siete de los 10 modelos más problemáticos en este aspecto con vehículos eléctricos.
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