Un cliente puede realizar el pago de cualquier deuda con la moneda de curso legal, lo que incluye el metálico. Según la ley vigente, el taller está obligado a aceptarlo, pero cuando se lleva a cabo en monedas hay algunas salvedades.
En el caso de pago en efectivo con billetes, el taller debe aceptarlos sin limitación alguna. En cambio, ningún establecimiento comercial tiene obligación de aceptar más de 50 monedas en un solo pago, tal y como señala la orden comunitaria CE 2169/2005 en su artículo 11.
Prevención del fraude con los pagos en metálico
Otro detalle importante en la aceptación de pagos en efectivo es el que determina el artículo 7 de la Ley 7/2012, de 29 de octubre, de modificación de la normativa tributaria y presupuestaria y de adecuación de la normativa financiera para la intensificación de las actuaciones en la prevención y lucha contra el fraude, que establece la limitación de pagos en efectivo respecto a determinadas operaciones.
En particular, se establece que no podrán pagarse en efectivo:
- Las operaciones en las que alguna de las partes intervinientes actúe en calidad de empresario o profesional, con un importe igual o superior a 2.500 euros o su contravalor en moneda extranjera.
- Las operaciones de mayores o iguales a 15.000 euros o su contravalor en moneda extranjera cuando el pagador sea una persona física que justifique que no tiene su domicilio fiscal en España y no actúe en calidad de empresario o profesional.
Desconfianza de Hacienda
Los pagos en metálico han sido una de las razones que en los últimos meses han puesto a los talleres en el punto de mira del fisco. En esta campaña de la renta que está a punto de finalizar, Hacienda ha remitido cartas a muchos autónomos en cuyo modelo de negocio es habitual este tipo de pagos, entre ellos los talleres. La Agencia Tributaria ha advertido a algunos talleres de que la correlación entre el dinero que se movía en el banco y la declaración de ingresos posteriores no era correcta, por lo que estimaba que podría existir un intento de fraude.
En estas cartas, Hacienda informaba a cada taller de forma personalizada que sus medias de facturación (margen bruto, margen neto, cobros por tarjeta y cobros en efectivo) diferían de las referencias sectoriales de las que el Ministerio dispone.
Respecto a este punto, la asociación gallega Atreve indica que Hacienda da por hecho que los recambios se compran con descuento y se cobran al cliente al PVP, convirtiendo esta diferencia en margen para el taller. Además, por cada 100 euros vendidos de recambios, se calcula una hora de trabajo en el taller, cuando esto no siempre se corresponde con la realidad. Este desajuste y no el ánimo de fraude estaría detrás de estas diferencias.
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