Las máquinas generadoras de ozono se han convertido en una herramienta imprescindible para los talleres en la era postcoronavirus. Los expertos coinciden en señalar que la confianza y seguridad del cliente respecto a la desinfección de su coche cuando se le vaya a entregar tras realizar las reparaciones pertinentes será fundamental de cara al futuro. No solo para fidelizar la clientela, sino para que directamente no elija un taller competidor en lugar del nuestro por este motivo, siendo en la actualidad más que un valor añadido, un servicio fundamental.
Para muchos talleres el uso de este tipo de máquinas no resultará ninguna novedad, pues en el sector se llevan utilizando desde hace tiempo para eliminar bacterias y hongos del interior del vehículo. Sin embargo, muchos otros que han recibido recientemente esta herramienta o están pendientes de recibirla, desconocen por completo que el ozono tiene serias consecuencias para la salud en caso de no emplearse con las debidas precauciones y medidas de seguridad.
Ha sido el Ministerio de Sanidad quien ha publicado una breve guía sobre el uso del ozono, advirtiendo, en primer lugar, que el ozono no se puede aplicar en presencia de personas y que los trabajadores que lo empleen deben contar con los equipos de protección adecuados. Además, hay que tener en cuenta que el ozono es una sustancia química peligrosa, tal y como recoge el inventario de clasificación de la Echa (Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas), pudiendo provocar problemas respiratorios en caso de inhalación, así como irritación de piel y daño ocular si se entra en contacto con el ozono sin equipos de protección.
Además, Sanidad recomienda en todos los casos ventilar adecuadamente el lugar desinfectado antes de su uso, algo especialmente importante al tratarse del habitáculo del coche, cuyas puertas deberán dejarse abiertas durante el tiempo necesario para eliminar los restos del ozono en el mismo. Por último, desde la Administración se recuerda que el ozono, en contacto con otras sustancias inflamables que se usan a diario en los centros de reparación, puede provocar reacciones químicas peligrosas para los empleados.
Pese a que su uso está ya extendido por gran parte de los talleres españoles, su uso como biocida eficaz contra el coronavirus está aún en estudio por parte de la Unión Europea que, no obstante, permite en todo caso la comercialización de los productos que lo contienen, como es el caso de las máquinas generadoras de ozono, siempre que se respeten las medidas de seguridad mencionadas anteriormente. Por último, alerta también de que muchas de estas máquinas no contienen un etiquetado que avise de su peligrosidad y usos, a diferencia del resto de biocidas, por lo que las precauciones de uso son todavía más importantes. En este contexto, cobra aún más importancia la recomendación de Road House de acudir solo a talleres de confianza que informen del proceso de desinfección con este tipo de máquinas.
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