Tras un periodo de inactividad del vehículo, como el sucedido en muchos casos producto del estado de alarma decretado por la crisis sanitaria del coronavirus, los conductores tienden a escuchar ruidos en su coche que en muchos casos ya estaban. Fuera del vehículo, pero también en el interior del habitáculo, siendo en este caso no tan problemáticos como puedan ser los primeros, pues pueden deberse a averías, pero sí muy molestos para el confort durante la conducción. Así las cosas, saber localizar y diagnosticar cuál es el origen de esos ruidos en el interior del coche se antoja básico para identificar posibles averías e incluso para evitar que puedan interferir en los sistemas de activación por voz de los vehículos modernos.
Con el paso del tiempo, es relativamente normal que los coches presenten ruidos en forma de zumbidos o crujidos que se deban únicamente al desgaste de las piezas. Es el caso de los ruidos en los revestimientos de los paneles de la puerta a la altura de los altavoces, cuya solución es tan sencilla como adherirlos y fijarlos bien si se han desprendido de su correcta ubicación.
La consola central y el cuadro de mandos también pueden verse afectados por este tipo de problemas, a priori menores, sobre todo si están fabricados de piezas plásticas. No en vano, este tipo de materiales se desgastan con el paso del tiempo, por lo que será necesario detectar dónde se produce exactamente el ruido, desmontar la pieza afectada y colocar una sencilla cinta de fieltro en la zona del crujido, lo que servirá para amortiguar precisamente los ruidos. Algo que también puede ocurrir cuando se rompen las pestañas de anclaje de este tipo de piezas plásticas, aunque en este caso la reparación ideal consistirá en pegarlas con adhesivos.
Las puertas también pueden ser el origen de ruidos en el interior del vehículo cuando se produce un problema de falta de estanqueidad. Ya sea porque las bisagras han cedido por el peso y el desgaste, descolgando algo las puertas o porque las juntas se hayan pasado o estén defectuosas, este tipo de problema es habitual con los años. Se soluciona sustituyendo o reajustando las bisagras y cambiando las gomas.
Por último, cables y componentes eléctricos o incluso las piezas plásticas del exterior como pueden ser los paragolpes, los bajos o embellecedores, también pueden generar ruidos, zumbidos o crujidos durante la conducción. En el primero de los casos, será como consecuencia de que se hayan soltado de sus anclajes y que generen algunas vibraciones, algo tan simple de reparar como sustituir la grapa de amarre o anclar correctamente los cables. Más complicado será el segundo caso, que dependiendo de los daños de carrocería que se traten, requerirán de reparación o incluso de sustitución de la pieza dañada.
Comentarios
No hay comentarios