Los talleres de reparación podrán verse sometidos a una inspección de Consumo en 2021, por lo que es importante que conozcan sus obligaciones legislativas, en relación a las piezas de recambios, la realización de presupuestos y facturas, así como las garantías, por nombrar algunas de sus responsabilidades para evitar hacer frente a costosas sanciones.
Estos centros están obligados a colocar la placa distintiva de la actividad en la fachada y en ningún caso pueden hacer alusión a marcas concretas si son talleres multimarca. Asimismo, todas las herramientas y máquinas empleadas para el desarrollo de su actividad deben haber pasado las revisiones que especifica el fabricante, estando perfectamente verificadas y calibradas. El gestor del taller debe guardar los comprobantes de estas inspecciones.
En lo que respecta a los recambios utilizados en el taller, estos deben ser nuevos, aunque también se contempla el uso de piezas reconstruidas o reacondicionadas por la marca, e incluso por servicios autorizados, siendo necesario contar con la acreditación y garantía de los mismos. También es posible emplear recambios usados o no específicos si cumplen con los requisitos.
Los repuestos deben estar siempre etiquetados con la marca del fabricante, también el taller está obligado a entregar la pieza reemplaza al cliente, salvo que el usuario manifieste lo contrario de forma expresa. Igualmente, está regulado que los centros oficiales deben proporcionar un catálogo de piezas y sus precios, además de una tabla con los tiempos y la valoración de esas tarifas.
En lo que respecta a los resguardos de depósito, presupuestos o facturas que se entreguen a los clientes, estos no deben contener texto con un tamaño de letra inferior a 1,5 milímetros de altura. El profesional del centro debe realizar siempre el presupuesto por escrito, siendo su plazo de validez de 12 días, y añadiendo los datos del taller, del usuario, del vehículo y la información sobre el mantenimiento o reparación desglosado por piezas empleadas, tiempos y plazos previstos, además de la firma y la fecha. Cualquier avería adicional que se detecte posteriormente, debe comunicarse al propietario en el plazo de 48 horas, siendo necesaria la aceptación del mismo para efectuarse.
De igual forma, el taller está obligado a emitir una factura de los servicios prestados, desglosada también. Es un derecho de estos profesionales cobrar los gastos de estancia a los clientes que no hayan aceptado el presupuesto o cuyo vehículo haya sido reparado y no lo recojan en el plazo de tres días.
Finalmente, los centros de mantenimiento y reparación deben proporcionar a los clientes una garantía de tres meses o 2.000 kilómetros recorridos en el caso de los turismos, la cual comienza desde la fecha de entrega, a excepción de aquellas piezas que hayan sido manipuladas por un tercero. Solo aquellos talleres de confianza, como los que recomendamos siempre en Road House, son los que cumplen habitualmente con estas normas que van en beneficio del cliente.
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