Discos de freno: cuál es su espesor mínimo y cómo realizar su medición

Si el espesor del disco de freno no llega al mínimo exigido por el fabricante, se sustituirán los discos de ambos lados.

Road House

Discos de freno

Muchos conductores descuidan algunos de los componentes del sistema de frenos, cuyo correcto funcionamiento depende de varios factores. Si acaso, son las pastillas las que se llevan gran parte de la atención. Pero en la mayoría de casos, apenas se presta atención al espesor de los discos, pensando que no sufren desgaste. Sin embargo, al igual que las pastillas se ven afectadas por el desgaste que provoca el propio uso, también lo hacen los discos de freno.

¿Cómo se mide?

El espesor mínimo del disco de freno por debajo del cual no es posible garantizar la eficacia de la acción de frenada se ha de medir con un calibre, en al menos cuatro puntos distintos, cogiendo siempre el valor más bajo de los cuatro como referencia para todo el disco. El profesional del taller debe comparar el dato obtenido con el parámetro indicado en el disco con la sigla MIN TH = (Minimum Thickness) seguida por el valor en milímetros. Así, si la medida obtenida mediante el calibre es inferior al valor de MIN TH, será necesario sustituir el disco, pero no de forma individual, sino que hay que sustituir los discos de ambos lados, independientemente de que sea uno solo el que no supere el límite mínimo de desgaste.

No obstante, hay una serie de síntomas que alertan de un disco de freno excesivamente gastado, ante los cuales desde Road House recomendamos acudir de inmediato a un taller de confianza, ya que puede estar en juego la seguridad durante la conducción. Son los siguientes:

  • Formación de grietas térmicas en la banda de frenado debido al aumento de las temperaturas y a la disminución del espesor resistente.
  • Deformación del disco que genera vibraciones y ruidos.
  • Aumento del recorrido del pedal debido a la reducción del espesor de la banda de frenado. En casos extremos, incluso puede provocar la pérdida de estanqueidad del pistón de la pinza, así como la salida o el bloqueo de las pastillas.
  • Bloqueo de vapor, que consiste en un aumento de la temperatura del líquido contenido en el sistema de frenos a más de 200 °C. Dicho sobrecalentamiento genera burbujas de aire dentro del circuito, que pueden comprimirse y hacer que el pedal del freno llegue incluso hasta el final de su recorrido sin provocar ningún tipo de deceleración.
  • Disminución de la capacidad de frenada, puesto que aumenta la temperatura debido a la reducción del espesor del disco y al uso exigente del vehículo, lo que generará una reducción del coeficiente de fricción entre la pastilla y el disco y un aumento de la distancia de frenada.

Por todo ello, durante el mantenimiento es importante que el profesional inspeccione el estado de los discos. Y, aunque en términos generales, los discos se deben sustituir cada dos cambios de las pastillas, es posible que un uso extraordinario o circunstancias externas condicionen esta proporción, acortando la vida útil de los discos.

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