Los talleres de reparación de vehículos son uno de los establecimientos que ofrecen servicios que están más expuestos a quejas y reclamaciones. Por la particularidad del servicio, en muchos casos su alto coste o el desconocimiento en la materia de los clientes, el caso es que hay determinadas cuestiones que suscitan un mayor número de quejas por parte de los usuarios que acuden a este tipo de centros.
La Asociación De Consumidores De Navarra Irache (a nivel regional, una entidad similar a la que puede ser la OCU), suele realizar estudios de comportamiento relativos a las quejas y reclamaciones en todo tipo de comercios, incluidos los talleres. Pues en su último informe relativo al año 2021, en el que recibió más de 47.000 consultas y reclamaciones, el 8% correspondieron a cuestiones relacionadas con la automoción, siendo el sector de los vehículos un caso “llamativo” porque ha pasado de estar en octavo o noveno lugar, al cuarto.
El incremento se explica, en gran parte, por los casos de denuncia sobre el cártel de coches, que ha condenado a varios fabricantes de vehículos y sus concesionarios por prácticas restrictivas de la competencia para controlar el mercado de la distribución y la posventa en España. Pero no únicamente, sino que, junto a estos casos, se han dado “bastantes problemas” de garantía, de presupuestos y también con los plazos en los talleres de reparación de vehículos.
En cuanto a los problemas de garantía, sobre todo tuvieron que ver con coches de segunda mano, en los que el vendedor no se hace cargo o deriva la responsabilidad a un seguro de garantía, que dice que el problema no lo cubre la póliza. Los problemas de garantía también se pueden dar en algunos concesionarios oficiales y, en menor medida, en talleres de coches respecto a los componentes que forman parte de las reparaciones.
También han sido habituales los problemas por los precios aplicados y la falta de presupuesto escrito, aunque también por deficiencias o demoras injustificadas en las operaciones de los talleres de reparación. En este último caso, se da la circunstancia de los problemas que están teniendo los reparadores para encontrar y recibir los recambios en plazos que en otro tiempo eran habituales. La guerra de Ucrania, la crisis de transporte global, falta de materias primas… todo influye en la cadena de fabricación y distribución de componentes y recambios de automoción, en la que los talleres son el último engranaje de la cadena.
Por último, por el asunto de los presupuestos, el taller siempre tiene que dejar por escrito cuál va a ser el coste de la reparación total, incluida mano de obra y precio de los repuestos, así como notificar al cliente cualquier cambio en el mismo, producto de una avería o componente no previsto inicialmente y que sea necesario durante el transcurso de la operación. Si no hay autorización expresa al nuevo presupuesto, el establecimiento puede ser objeto de una reclamación posterior.
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