Cómo adaptar el taller al sistema de doble autentificación en pagos con tarjeta

La entrada de un nuevo año suele ser sinónimo de cambio de normativas que afectan al sector de los talleres. Y 2021 no es una excepción en este sentido. Porque desde el 1 de enero entra en vigor la ley comunitaria que obliga a utilizar un sistema de doble autentificación o autentificación reforzada del cliente en cualquier pago que se realice con tarjeta, tanto en operaciones online como de forma presencial.

En realidad, esta nueva directiva de servicios de pago llega con un año de retraso. Porque debió ser puesta en marcha el 1 de enero de 2020, solo que las entidades bancarias pidieron una moratoria ante la poca implantación por la mayoría de las empresas en España, una prórroga de un año que ya concluye. Se trata de un sistema que se rige bajo el protocolo de autenticación 3D-Secure 2, que no es más que un sistema que permite verificar de forma doble la identidad del cliente que hace una compra con tarjeta, ya sea en una tienda física u online, con el objetivo de reforzar la seguridad y evitar fraudes a través del robo de tarjetas bancarias.

Qué deben hacer los talleres para adaptarse a la nueva normativa

Básicamente, contactar con el banco que proporciona habitualmente el servicio de pagos con tarjetas y asegurarse de que la pasarela cumple con la normativa. En algunos casos puede requerirse un cambio de datafono o, al menos adaptar el dispositivo siguiendo las instrucciones de la entidad bancaria.

Los talleres deben contactar con el banco que proporciona habitualmente el servicio de pagos con tarjetas y asegurarse de que la pasarela cumple con la normativa.

Hay que tener en cuenta que a partir de 2021, cada vez que un cliente quiera realizar el pago a través de tarjeta, el cliente deberá indicar algún tipo de información que solo él posee, como puede ser un código que reciba en su teléfono (lo más habitual); algo que solo él conoce, como su PIN o firma electrónica; o algo propio como una huella dactilar o su imagen física, en el caso de disponer de Smartphone adecuado para ello. Pero el taller nada tendrá que hacer al respecto, sino que dependerá de las indicaciones de cada banco en particular.

Lo que es seguro es que el taller, al realizar operaciones que generalmente superan los costes mínimos estipulados en esta normativa, tiene que adaptarse a la nueva ley, en función de lo que determine la entidad bancaria. En los bancos más digitalizados la adaptación de las pasarelas de pago para que cuenten con los más rigurosos sistemas de seguridad es constante y, muy probablemente, sus dispositivos ya cuentan con la autenticación de doble factor. Pero si no es así, el dueño del taller debería ponerse en contacto con la entidad para llevar a cabo la adaptación cuanto antes.