En época de dificultades económicas, con caídas importantes de facturación para todo el negocio de la posventa, cualquier oportunidad nueva de negocio es bienvenida. Y en los últimos años resulta especialmente interesante la transformación de vehículos de gasolina o diésel a gas, operación cada vez más solicitada en los talleres españoles, como demuestra que entre 2019 y 2020 la demanda de kits de transformación en España superó las 1.600 unidades.
¿Por qué debería el taller plantearse este tipo de reparaciones?
En primer lugar, porque la demanda de vehículos más ecológicos, que no dañen el medio ambiente, es cada vez mayor. Pero no solo en lo que a venta de vehículos nuevos se refiere, sino que son los ya existentes vehículos con motorizaciones convencionales las que pueden adaptarse a esas tecnologías. Así, esta operación favorece la disminución de la huella de carbono, facilita la obtención de la etiqueta ECO de la DGT, especialmente útil para empresas, además de permitir un ahorro económico importante, porque la reducción del gasto de combustible se refleja en un menor coste operativo.
Los talleres que realizan la transformación de vehículos a gas lo hacen mediante un procedimiento rápido y relativamente sencillo, pues no se requiere modificar el motor original, sino simplemente adaptarlo con un kit. Es por ello que no se alteran las características ni se reducen las prestaciones, pudiendo adaptar el vehículo a las diferentes opciones existentes de gas, ya sea GNC, GNL, GLP, biometano o hidrometano. Incluso, estos sistemas permiten volver al estado anterior y que el motor funcione como salió de fábrica.
¿Qué necesita el taller para transformar vehículos a gas?
Son básicamente cuatro los principales requisitos.
En primer lugar, estar dado de alta en Industria para realizar este tipo de operaciones y contar con los permisos y seguros vigentes, aunque el alta solo se produce una vez realizada la primera transformación.
En segundo lugar, es imprescindible habilitar una zona de trabajo específica en el taller, la cual debe estar debidamente señalizada para los trabajos con gas.
El tercer requisito es disponer de detector de fugas de gases o solución jabonosa para evitar cualquier tipo de incidente en la operación.
Y en cuarto lugar, tener los conocimientos necesarios a nivel teórico y práctico para llevar a cabo la transformación.
Por último, para acometer la transformación a gas de un vehículo, el taller debe apoyarse en empresas especialistas en ello, consultando la viabilidad y complejidad de la operación. Una vez estimada la duración y el plazo de entrega, el taller solicitará el kit y procederá a su instalación, que incluye una programación específica en función del tipo de taller y de la transformación que se trate, para concluir con la cumplimentación de los certificados, homologación en la ITV y entrega del vehículo al cliente.
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