Los fallos en las baterías de los vehículos son especialmente numerosos en los meses de invierno. Y tiende a pensarse por el conductor que la causa principal de esas averías en las baterías está relacionada con las bajas temperaturas. Pero, siendo cierto, hay otro enemigo casi tan peligroso o más para este componente del vehículo: las altas temperaturas. De ahí que este invierno, producto de las olas de calor sufridas durante los pasados meses de julio y agosto, las baterías estén sufriendo aún más fallos que otros años.
En años relativamente normales, con temperaturas en verano altas, pero sin llegar al extremo de ser tan prolongadas como en el pasado verano, las baterías de 12 voltios en mal estado son responsables de casi la mitad de las averías de vehículos, independientemente de que se trate de automóviles de motor de combustión o coches eléctricos modernos. Además, cada vez se hace un mayor uso de las mismas, con la implantación de asientos calefactados, que se suman a los habituales sistemas de calefacción y desempañado del parabrisas.
En España, según Aemet, durante el pasado verano se registró la peor ola de calor desde que inició la serie, en el año 1961, con temperaturas de más de 44 °C en algunas ciudades andaluzas. En el caso de Portugal, se alcanzaron temperaturas de hasta 45 °C. Además, el frío afecta al rendimiento y los arranques del motor exigen más a la batería. Una sola noche de helada es suficiente para que la batería no consiga arrancar el motor. Incluso en los inviernos excesivamente cálidos de los últimos años se ha registrado una media de más de 50 días de heladas en Europa.
La tensión baja de las baterías es una de las mayores causas de avería en los automóviles. En gran parte se debe al tiempo de inactividad surgió a raíz de los confinamientos y después con el teletrabajo, lo que ha hecho que las baterías pierdan tensión y que no se recarguen. A esto, se añaden los días muy calurosos de este verano, que son los que desgastan las baterías y que las envejece más rápidamente. Y es que los expertos son claros al respecto. Las altas temperaturas son las que envejecen la batería, siendo en invierno cuando acaban de deteriorarse. Por eso, la creencia popular dice que son las bajas temperaturas las que dañan las baterías, pero la realidad es que tan malas son las altas como las bajas, especialmente si son extremas.
Por ello, desde Road House recomendamos realizar una revisión de la batería en un taller de confianza, la cual revelará en qué medida se ha visto afectada la batería del vehículo este verano y si sobrevivirá todos los rigores del invierno.
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