El calefactor y los ventiladores de habitáculo son dos elementos que no solo son cruciales para un rendimiento óptimo del aire acondicionado, sino también para el confort de los pasajeros y la seguridad. Sin embargo, a menudo los mecánicos pasan por alto estas dos piezas durante los mantenimientos rutinarios, pese a que, en caso de avería, la reparación de ambos puede requerir mucho tiempo y dinero.
Calefactor
Los calefactores, en primer lugar, son fundamentales para el sistema. El calefactor controla el confort en el habitáculo al suministrar aire caliente a los pasajeros. En la mayoría de los vehículos está localizado detrás del salpicadero o en el módulo HVAC.
Respecto a sus posibles averías, una de las más habituales es que en el núcleo del calefactor y en los tubos del mismo se acumulen residuos de diversa procedencia y eventualmente puedan bloquear el flujo de refrigerante y reducir el rendimiento operativo del calefactor. Las fuentes comunes de los contaminantes incluyen desde incrustaciones minerales por usar agua en lugar de un refrigerante adecuado a sedimentos de refrigerantes de baja calidad, pasando por mezclas inadecuadas de refrigerantes o incluso residuos de productos contra fugas en el sistema de refrigeración.
Otra posibilidad es que la válvula termostática esté demasiado deteriorada, hasta el punto de restringir el flujo de refrigerante y evitar que el calefactor funcione correctamente. La corrosión debida a condiciones de humedad puede provocar fugas en el núcleo del calefactor o las fugas pueden hacer que los niveles de refrigerante bajen, provocando un pobre rendimiento del calefactor y un mayor daño a otros componentes del motor.
En función del modelo de automóvil, el tiempo estándar de sustitución del calefactor varía entre las dos y las tres horas, pero incluso en algunos vehículos puede ser más.
Ventiladores
En el caso de los ventiladores interiores, cuya función es que el aire fluya a través de la admisión y entre en los intercambiadores de calor, como el calefactor y el evaporador, son especialmente vulnerables debido a sus elementos de plástico, que pueden ser frágiles. Además, al ser un dispositivo eléctrico, es sensible a los fallos en el sistema eléctrico del vehículo.
Un filtro de aire del habitáculo atascado o defectuoso puede reducir considerablemente la vida útil del ventilador. Los motivos más comunes de problemas del ventilador interior vienen de fallos en el sistema eléctrico del vehículo, un flujo restringido en el sistema de admisión de aire y una manipulación incorrecta durante su instalación.
En función del modelo de automóvil, el tiempo típico de sustitución de un ventilador puede estar entre las dos y las tres horas.
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