Más de 4,9 millones de vehículos reparados y unos 4.300 millones de euros. Es el impacto que tienen las aseguradoras en los talleres al año en España. Son datos de Unespa, la patronal de las aseguradoras en nuestro país, que en su último estudio “El seguro y sus proveedores. Datos 2022”, pone cifras también al empleo que sostienen indirectamente las aseguradoras en los talleres. En concreto, Unespa cuantifica en 175.000 los puestos de trabajo indirectos que los seguros sostienen en la rama de negocio de autos.
Según este estudio, los pagos de la industria aseguradora sostuvieron más de 625.000 empleos indirectos en España. Para estimar esta cantidad el estudio toma como referencia la retribución media en el país, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Del total de empleos resultante, algo más de 300.000 serían profesionales sanitarios. Luego, estarían 175.000 empleados de talleres de reparación de vehículos, unos 88.000 reparadores del hogar y 43.000 personas que trabajan en servicios funerarios.
¿Y cómo se reparten los pagos de las aseguradoras?
Según este estudio de Unespa, el mayor volumen de pagos, más de 7.433 millones de euros, correspondió a proveedores del seguro de salud (profesionales sanitarios). En cuanto al seguro del automóvil, en 2022 se repararon 4,9 millones de vehículos, lo que supuso abonar a los talleres un total de 4.321 millones de euros.
Pese a estas grandes cifras, en las que se evidencia la necesidad de las aseguradoras de tener a los talleres como proveedores. Y la dependencia, quizá en algunos excesiva de los talleres de las reparaciones que les derivan las aseguradoras, ambos colectivos mantienen desde hace años un tira y afloja por los precios que se abonan en las reparaciones.
Los talleres mecánicos alegan con frecuencias que las compañías de seguros les imponen descuentos de precios, se niegan a aceptar que se realicen reparaciones en los establecimientos no concertados, evitan pagar por recambios originales e incluso promueven que se usen como recambios piezas procedentes de desguaces para reducir el coste de la reparación.
Además, lo que más polémica genera es la valoración económica de las reparaciones. Un estudio realizado por Inese indica que las compañías aseguradoras exigen descuentos importantes (de un promedio del 22,4%) a los talleres concertados en el precio de la mano de obra en las facturas a sus clientes respecto al que cobrarían a usuarios particulares.
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