Desde un punto de visión técnico, y según la ISO6310, la compresibilidad de una pastilla de freno es la variación de su espesor, en la misma dirección y perpendicular a la superficie de fricción, durante el tercer ciclo de carga de una fuerza uniaxial sobre ésta.
La compresibilidad de un material de fricción es un importante parámetro de diseño que tiene efecto sobre varias características que el conductor puede percibir. Desde el desplazamiento del líquido de freno, el recorrido de pedal, un excesivo desgaste, hasta la probabilidad de que aparezcan ruidos y/o vibraciones en el coche.
Una importante característica de las pastillas Road House es una compresibilidad estable dada por un complejo sistema de producción que hace que nuestras pastillas tengan la suficiente deformación para poder absorber las vibraciones del frenado y adaptarse perfectamente al disco, pero además tienen la rigidez necesaria para sentirse firmes, dar una buena sensación en el pedal y tener un desgaste mínimo.
Dado lo importante de este valor Road House, aplica a todas sus pastillas la reglamentación ECE-R90, de obligado cumplimento en toda Europa y algún otro país extracomunitario. Entre otros parámetros esta normativa pone límites a la compresibilidad para la seguridad de los conductores. Se exige que no sobrepase el 2% de espesor máximo de ésta. Parece que estamos hablando de valores muy altos, pero realmente en una pastilla promedio no debe ser mayor de unas 400µm. Esta norma también indica un valor máximo del 5% cuando el ensayo de hace en caliente a 400º C.
En el mercado se encuentran infinidad de pastillas de frenos cuya compresibilidad puede ser altamente variable con la temperatura o incluso entre pastillas. Esto nos suele provocar diferencias de desgaste importantes y sobre todo problemas de ruidos o en casos extremos peligro para el conductor. Si encontramos variaciones muy altas la sensación de frenado puede ser muy esponjosa y subir el recorrido de pedal podría provocar un aumento de las distancias de frenado.
Road House muestra una estabilidad increíble manteniendo una variación mínima con la temperatura. Esto da una igualdad de parámetros a cualquier temperatura, lo que significa que bajo cualquier situación de frenado o emergencia el conductor tiene la seguridad de una parada sin sorpresas.
En Road House cuidamos de nuestras pastillas y para lograr este equilibrio en la compresibilidad es muy importante
- La calidad de las materias primas que conforman el material de fricción. Por término medio una pastilla de freno tiene más de 25 productos químicos, que además de ser cuidadosos con el medioambiente, han de aportar una termo estabilidad y una compresión dentro de los valores buscados
- Un proceso de producción avanzado que establezca un control de los parámetros productivos con las tecnologías más avanzadas. Desde el mezclado de las materias primas al control de temperaturas y presiones.
- Uso de capas intermedias entre el soporte metálico y el material de fricción que ayuden a estabilizar la compresibilidad.
- Láminas anti-ruido desarrolladas con materiales compuestos por varias láminas de fibra de vidrio, acero y/o cauchos.
- Formación de porosidad interna en el material de fricción, lo cual además de ayudar a estabilizar la compresibilidad también ayuda a la salida de gases durante el proceso productivo.
- Tratamientos térmicos superficiales que ayudan a estabilizar la compresibilidad de las pastillas. Procesos productivos muy caros que pocos fabricantes ejecutan debido al sobrecoste en el producto.
Por todo ello, Road House siempre ha sido un referente en los materiales europeos, siendo la compresibilidad una gran desconocida y que muchos pequeños fabricantes no cuidan. Unas pocas micras pueden marcar una gran diferencia.
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