Dentro del sistema de distribución del vehículo, siempre complicado y especialmente delicado, el árbol de levas es uno de sus elementos más importantes. No en vano, su función consiste básicamente en controlar los diferentes procesos que permiten obtener la potencia que necesita el coche para moverse. Lo que implica que cualquier problema o avería en el árbol de levas afecte decisivamente en el correcto funcionamiento del vehículo, que no podrá circular casi con toda seguridad.
Holgura y falta de lubricación en en árbol de levas
El árbol de levas puede verse afectado fundamentalmente por dos problemas: una holgura axial excesiva y la falta de lubricación. En el último caso es lo habitual en muchas otras piezas que se encuentran en continuo movimiento, que requieren siempre de una correcta lubricación para un funcionamiento óptimo y duradero. Y en el caso del árbol de levas, pese a ser un componente forjado, puede sufrir desgaste en el caso de que cuente con algún cojinete defectuoso, lo que impedirá que el lubricante cumpla con su función.
El otro problema habitual en el árbol de levas es que acabe teniendo una holgura axial en el alojamiento debido al uso, desgaste y continuo giro del sistema. Para evitar este problema, lo mejor es colocar una arandela calibrada entre el propio árbol de levas y los apoyos, de forma que todo el conjunto del sistema quede perfectamente ajustado, sin esa holgura que puede afectar a su funcionamiento y vida útil.
Síntomas de avería en el árbol de levas
Una vez repasadas las principales averías del árbol de levas, resulta casi más importante conocer cuáles son los síntomas de las mismas, porque en el caso de no detectar a tiempo el problema, lo que ocurrirá es que directamente el vehículo no arrancará, causando el gripado de la pieza. Y en ese caso, se trata de una de las averías más caras de reparar. Así que para evitar llegar a ese extremo, hay que prestar atención a dos síntomas:
- Traqueteos: en el caso de detectar este tipo de ruidos durante la conducción, puede deberse tanto a un incorrecto acoplamiento de los engranajes como a un desgaste anormal de los casquillos o soportes, lo que afectará al juego axial del sistema.
- Chirridos estridentes: escuchar durante la marcha ruidos fuertes y estridentes no será ningún buen síntoma. De hecho, es el indicativo más claro de que el árbol de levas está a punto de griparse, por lo que el mecánico comprobará el estado de los apoyos por si alguno estuviera defectuoso y proceder a su sustitución. Pero, si al margen del ruido, se detecta una bajada importante del rendimiento del motor, es probable que alguna de las levas haya llegado a romperse o tengan mucha holgura entre sí.
Los chirridos estridentes son el indicativo más claro de que el árbol de levas está a punto de griparse, una de las averías más caras de reparar.
En cualquiera de los dos casos, pero especialmente en el último por tener mayor gravedad, Road House recomienda acudir siempre a un taller mecánico de confianza para comprobar el estado del árbol de levas y proceder a su reparación.
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