Las modificaciones en los automóviles siguen estando a la orden del día. Aunque quizá no esté tan en boca en el sector de la automoción, el tunning continúa teniendo numerosos adeptos que disfrutan modificando sus vehículos de serie con todo tipo de accesorios y componentes. Pero, más allá de las posibles actualizaciones a nivel estético que se puedan realizar, como restaurar las llantas, dichos vehículos tienen que acabar pasando por el taller para hacer el mantenimiento o las reparaciones comunes a todos los coches, como puede ser el estado del sistema de frenos.
Hay que tener en cuenta que algunas de estas restauraciones que tienen que ver con el apartado estético, como puede ser la de llantas, pueden acabar interfiriendo en partes mecánicas y en el correcto funcionamiento del automóvil, siendo una circunstancia que los propietarios y dueños de talleres deberían tener en cuenta. Si recientemente has realizado en tu coche una restauración de llantas y detectas una pérdida de eficacia en los frenos, desde Road House te vamos a explicar el motivo y por qué deberías acudir a tu taller de confianza de inmediato para poner solución.
Así las cosas, uno de los problemas que puede ocurrir al restaurar las llantas de aleación en el coche es que estas produzcan un efecto negativo en el sistema de frenos, concretamente en los discos. Los trabajadores de los talleres deben tener en cuenta que esto ocurrirá siempre y cuando no se realice la operación de forma completa, es decir, que se lleve a cabo el proceso de pelar y limpiar la llanta de manera efectiva, ya que el grosor de la pintura tiene un impacto en la salida del disco de freno.
Hay que asegurarse entonces de que la pintura del interior de la rueda no sea demasiado gruesa, de forma que esta no aumente el agotamiento del disco, lo que ocasionaría problemas como la vibración del freno. Debe tenerse en cuenta que el funcionamiento normal de un disco limpio no supera los 0,07 milímetros, pero en el caso de las aleaciones de llantas restauradas, si se ha realizado de forma incorrecta y tiene un espesor más alto, este agotamiento aumenta hasta los 0,10 milímetros. En ese caso, no quedaría otra solución que realizar de nuevo la operación, consistente en limpiar todo desde el principio hasta tener el grosor correcto, antes de instalar un nuevo conjunto de discos.
Es importante que los talleres de reparación realicen las modificaciones de vehículos de forma eficaz y se verifique en todos los casos que los cambios llevados a cabo no afectarán al correcto funcionamiento de otros elementos del vehículo para que no ocurra como en este caso que, por llamativo que pueda parecer, implica que el reacondicionamiento de las llantas de aleación debido a su restauración acabe afectando al sistema de frenado del vehículo.
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