Averías por aumentar los voltios o amperios de las piezas eléctricas

Al sustituir un dispositivo por otro de mayor o menor voltaje o amperaje, se producirán averías en el sistema eléctrico.

Road House

Averías por aumentar los voltios o amperios de las piezas eléctricas

Los dispositivos eléctricos están diseñados para aguantar una corriente determinada, por encima de la cual el circuito se calienta y puede llegar a fundirse el conductor eléctrico. Esto es una máxima que ocurre en cualquier dispositivo eléctrico, y que por supuesto ocurre con el de los automóviles, los cuales cada vez disponen de un mayor número de componentes de este tipo. Por ello, los profesionales del taller deben conocer, no solo cómo realizar la sustitución correctamente, sino también los principios que rigen en estos elementos.

Diferencia entre voltios y amperios

En primer lugar, hay que saber diferenciar entre voltios y amperios. Para ello, hay que entender que la corriente eléctrica no es más que electrones o cargas eléctricas negativas circulando por un conductor. Así, los voltios miden la fuerza que llevan las cargas eléctricas para circular, mientras que los amperios (la corriente) miden el total de cargas eléctricas que pasan por el circuito por unidad de tiempo. Aunque existe, además, un tercer concepto que es la resistencia que ofrece dicho circuito al paso de la corriente.

Definidos estos conceptos, cualquier profesional de la reparación sabrá que puede causar averías graves en el sistema eléctrico del vehículo si sustituye un dispositivo por otro de mayor o menor voltaje o amperaje.

Por ejemplo, si se necesita sustituir el fusible que protege el motor de arranque y se monta uno de mayor amperaje, se puede provocar que el bobinado del motor se queme, en el caso de que aumente la intensidad por encima del valor para el que ha sido diseñado. Pero igualmente dañino sería sustituir por un fusible de menor amperaje, puesto que el motor de arranque necesitará mayor flujo de corriente eléctrica de la soportada por el fusible, por lo que este se fundirá sin que el motor pueda trabajar a la potencia para la que ha sido diseñado.

Lo mismo ocurriría con los voltios, de forma que si el sistema eléctrico del vehículo está desarrollado para funcionar con 12V y se le aplican 24V, se quemará. Esto se debe a que, siendo fijo el valor de la resistencia del motor, circulará el doble de intensidad, al aplicar el doble de potencial (o voltaje). En este caso, los cables que forman el bobinado del motor tendrán que soportar más corriente de la que pueden y acabarán fundiéndose en algún punto. Pero igualmente si se le da menos voltios, 9V por ejemplo, no funcionará correctamente puesto que la corriente que aparecerá en dicho circuito será menor que la necesaria para que aparezca la fuerza electromotriz que debe desarrollar el motor.

Ante cualquier problema en el vehículo, pero especialmente si es de carácter eléctrico por lo delicado de estos componentes, desde Road House recomendamos acudir a un taller de confianza para llevar a cabo la reparación de la avería.

Posts relacionados

Pastillas y discos de freno, todo lo que hay que saber

Acerca de las pastillas y discos de freno y su incidencia en el sistema de frenado.

Más contenidos relacionados en Road House km0

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

No hay comentarios

    ¿QUÉ NECESITAS?

    ¿Seguridad? ¿Frenos? ¿Consejo experto en seguridad y aftermarket?
    Ideas útiles para el profesional del taller y el aftermarket.