Vamos a mostrarte en este vídeo en qué consisten las pruebas alpinas que hacemos en Road House para testar nuestros componentes del freno.
Verás cómo unas garrafas con agua hacen de copiloto. De esta manera los técnicos pueden enfrentarse a todas las condiciones más desfavorables que un equipo de frenos se puede encontrar.
La prueba alpina consiste en descender un puerto a una velocidad constante exigiendo a los discos y pastillas de freno el mayor de sus rendimientos. Siempre pisando el freno sin darle respiro, de esa manera se alcanzarán las temperaturas más altas posibles. Incluso podemos llegar a los 600 o 700 grados centígrados, temperaturas que jamás se alcanzarían con una conducción estándar.
La altitud sirve para analizar multitud de sistemas de un vehículo, por ejemplo, los frenos, y eso es lo que hace Road House para constatar que sus productos son igual o incluso mejor que los que vienen con los coches de fábrica.
El vehículo lo equipamos para las pruebas con una tecnología de captura de datos que va asociado a un GPS y que nos muestra diferentes variables para comprobar el rendimiento de los frenos. Además nos da un dato importante para nosotros que es la deceleración donde comprobamos el nivel de frenada del vehículo.
En el vídeo también te damos algunos consejos de cómo bajar un puerto, por ejemplo, no ir constantemente pisando el freno, porque hay que dar respiro al freno para que vaya refrigerando.
Así de interesante resulta este vídeo de Road House donde verás en primera persona el tipo de prueba alpina que realizamos.
Comentarios
No hay comentarios