Las cajas de cambio automáticas son cada vez más habituales en los vehículos modernos. La comodidad de uso para el conductor resulta un factor clave para su elección, siempre que el presupuesto lo permita. Ahora bien, sus fallos y averías resultan difíciles de diagnosticar y, por qué no decirlo, ciertamente costosas. Son varios los elementos que conforman las transmisiones automáticas. Y uno de los más importantes es el convertidor de par, que a su vez está formado por la bomba o caja del convertidor, la turbina y el estator. Se trata de un mecanismo que sustituye al embrague en las cajas de cambio automáticas, con la función de conectar la caja de cambios y el motor.
Cualquier problema en el convertidor de par de los múltiples posibles repercutirá decisivamente en el funcionamiento del motor y del vehículo, por lo que ante cualquier síntoma de los que vamos a explicar a continuación, desde Road House recomendamos acudir de inmediato a un taller de confianza para su diagnóstico y reparación, teniendo en cuenta que los fallos en este componente pueden confundirse con problemas parecidos y siempre es aconsejable resolverlos antes de que causen averías más complicadas y costosas.
Entre los métodos más fiables para detectar problemas en el convertidor de par se encuentra la prueba en carretera, con el objetivo de comprobar la oscilación del cuentarrevoluciones, así como la vibración del coche en la horquilla entre 1.500 y 1.800 rpm. Pero también se pueden diagnosticar problemas en este componente dentro del taller con el siguiente método: se enciende el motor y se deja calentar durante aproximadamente unos cinco minutos, para después pisar el acelerador un par de veces de forma suave y comprobar si se escuchan ruidos extraños procedentes de la caja de cambios. Otra opción es pisar con firmeza el freno, cuando el vehículo esté inactivo, y mover a su vez la transmisión por medio de los engranajes para comprobar si se produce algún fallo.
Dos son las causas principales de los problemas y averías surgidos en el convertidor de par. En primer lugar, que el conductor exceda en viajes largos la capacidad de remolque máxima del vehículo, una situación que genera daños en los componentes internos, especialmente si ya se encuentran desgastados por el uso. Además, problemas precedentes en el motor y la caja de cambios que hayan implicado su montaje y desmontaje también pueden provocar que el convertidor no se haya colocado perfectamente y quede desencajado, en cuyo caso también provocará problemas a medio plazo.
A estos problemas derivados de malos hábitos del conductor o mala praxis del taller hay que añadir el desgaste normal del componente, cuyos síntomas se pueden apreciar en mayor aceleración del motor, fallos en la conducción o cambios de marcha más lentos de lo normal, aunque pueden desaparecer después de que el sistema se caliente. Estos problemas se producen por el desgaste del convertidor de par y de que las paletas se doblen.
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