Uno de los problemas más habituales con los que acuden los usuarios al taller son los tirones en el embrague, es decir, que este componente se quede bloqueado o enganchado a medio camino y no conecte la siguiente velocidad del vehículo.
Este fallo puede provenir, entre otros motivos, de un desgaste de las piezas o una mala reparación anterior. Sin embargo, también es posible que, al ser un elemento que entra en contacto con varias partes, la avería no proceda del embrague, sino que esté causada por un ajuste deficiente del motor, el desgaste del soporte del motor o la caja de cambios, así como por unos discos de embrague mal equipados.
Otras causas de avería
Otras causas que pueden provocar tirones en el embrague, según Autingo, son:
- La junta del motor está dañada: puede reconocerse esta avería porque los forros están manchados de aceite o grasa.
- Hay una fuga en el sistema de accionamiento hidráulico.
- Se ha generado contaminación en las superficies de contacto por un manejo incorrecto del embrague.
Además, el fallo puede deberse a un montaje defectuoso, del embrague o de otros componentes con los que se relaciona:
- El cubo estriado está dañado: puede deberse a que el eje de accionamiento y el cubo de embrague se hayan juntado a la fuerza o por un excesivo movimiento angular durante el montaje de la caja de cambios.
- La carcasa está deformada: los tornillos de fijación no se han apretado de forma correcta en el montaje o el plato de presión no está bien centrado en el volante de inercia.
- Las ballestas están deformadas: se debe a que la técnica de contra-apoyo al atornillar no ha sido la adecuada.
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