El sistema de frenos pasa por ser uno de los más importantes elementos de seguridad activa del vehículo. No en vano, el ABS que forma parte del mismo es el responsable de haber salvado miles de vidas en las últimas décadas. Por eso es tan importante tener en perfectas condiciones todos y cada uno de los elementos del sistema, que deben revisarse por un profesional en un taller de confianza. Más en detalle, existen cuatro piezas del sistema de frenado de un coche que conviene siempre vigilar, ya que además de evitar un accidente, también pueden ahorrar un “susto” económico en forma de averías de hasta 1.500 euros.
1. Líquido de frenos
En primer lugar, el buen estado del líquido de frenos es un elemento que, en ocasiones, pasa inadvertido dentro del sistema de frenado, pero que resulta fundamental.
Por ello, se recomienda una tarea sencilla como es el purgado del líquido de frenos, ya que por un coste de entre 40 y 80 euros en un coche, nos aseguramos de que todo el circuito recibe de forma correcta un fluido libre de oxígeno, lo que evita la posible oxidación y, lo más importante, una avería de lo más grave que implica la sustitución del cuerpo del ABS, con un coste nada desdeñable de 1.500 euros.
2. Pastillas de freno
El segundo componente del sistema de frenado que conviene vigilar de forma periódica son las pastillas. El precio de su sustitución, en el caso de que estén en mal estado, suele oscilar entre los 80 y los 150 euros. Si su cambio no se hace a tiempo puede dañar al tercer componente clave, los discos de frenos, cuya sustitución de media implica un coste de entre 200 y 350 euros por eje.
3. Latiguillos de freno
La tercera pieza que también hay que vigilar son los latiguillos. Se trata de un componente sencillo de revisar y de sustituir, con un coste de entre 30 y 70 euros. Pero si el latiguillo llegase a romperse, el vehículo perderá el líquido de frenos, algo que puede tener consecuencias de los más peligrosas ya que el vehículo se queda automáticamente sin frenos. Por este motivo, es crucial revisarlos al menos una vez al año y, ante cualquier grieta o fisura, sustituirlos.
4. Pedal de freno
Por último, desde Road House también recomendamos que al mínimo síntoma de posible fallo en el sistema de frenado el pedal del freno con un tacto esponjoso, sonidos o chirridos metálicos al frenar, etcétera), la opción más inteligente es llevar el vehículo al taller donde un profesional cualificado puede detectar el posible problema.
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